lunes, 6 de junio de 2011

EL ARBOL DE GUANACASTE

Crece el Guanacaste en la pampa
Con su ramaje verde muy frondoso
Dándose aire de grande y majestuoso
Orgulloso, luce con su estampa

Por la tarde que llega la cilampa
Al árbol por las aves preferido
Llegan a visitar sus tiernos nidos
De las lluvias torrenciales, escampan.

Luego en la mañana se levantan
Queda el Guanacaste bien dormido
Abren sus alas sin hacer el menor ruido
A cumplir con su rutina se marchan.

Desde hace mucho tiempo, así ha sido
Se van temprano y llegan por la tarde
Y siempre ufano el verde Guanacaste
Los espera paciente y complacido

Un día se escucho un extraño ruido
Era el roñoso diente de la sierra
Que vino a dar con el árbol a la tierra
Hiriéndolo de muerte con su filo.

Por las tardes cuando llega la cilampa
El árbol por las aves preferido
Se encuentra en madera convertido
No queda ni sombra de su estampa.

Aquel árbol que se viera tan triunfal
Y creciera orgulloso allá en la pampa
De nada le valió su bella estampa
Ni que fuera un Símbolo Nacional

Porque el hombre, ser irracional
Mentalmente lo tradujo a pesetas
Que cobrara por las formaletas
Que sacara de aquel árbol señorial.

El hombre jamás pudo entender
De aquel Guanacaste la grandeza
Y que el valor de su genial belleza
Era mirarlo, en el campo florecer.

El árbol de Guanacaste ya no esta
Por el hombre arrancado de la pampa
Muy triste se encuentra la cilampa
Y las aves que llegaban a escampar.

Douglas Umaña C.
12-07-2010
02:15 am
Esc. Matapalo

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